Situada en la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana, la Costa Blanca es mucho más que un destino turístico. Con más de 200 kilómetros de litoral bañado por el mar Mediterráneo, esta región se ha consolidado en los últimos años como uno de los principales focos de inversión inmobiliaria en España. Su combinación de clima excepcional, buena infraestructura, calidad de vida y crecimiento sostenido en los sectores inmobiliario y turístico, convierten a la Costa Blanca en una oportunidad muy atractiva para inversores nacionales e internacionales.
Un mercado inmobiliario dinámico y en expansión
La Costa Blanca ha mostrado una notable resiliencia y dinamismo dentro del mercado inmobiliario español. Según datos del Colegio de Registradores de España, en 2023 la provincia de Alicante fue la tercera con mayor número de compraventas, superando las 45.000 operaciones anuales. Esta tendencia al alza responde tanto al interés del comprador local como a la creciente demanda internacional.
El precio medio de la vivienda en zonas como Altea, Jávea, Moraira o Benidorm ha aumentado entre un 6% y un 10% en los últimos 12 meses, y en algunas localizaciones prime se ha superado incluso la barrera de los 5.000 €/m². En términos generales, el crecimiento del valor de los inmuebles en la Costa Blanca se sitúa por encima de la media nacional.
Además, el sector de la construcción ha visto un resurgir postpandemia, con un incremento del 12% en licencias de obra nueva durante 2023. Promotoras locales e internacionales están apostando por nuevos desarrollos orientados tanto a compradores finales como a inversores interesados en el alquiler vacacional o de media estancia.
Un mercado inmobiliario dinámico y en expansión
El auge del turismo ha impulsado notablemente el mercado de alquiler vacacional. Según un informe de Idealista, la rentabilidad bruta del alquiler turístico en localidades costeras como Torrevieja, Santa Pola o Calpe puede alcanzar el 7-8% anual, superando ampliamente la media de otras regiones españolas.
Esto se traduce en una excelente oportunidad para pequeños y medianos inversores que buscan ingresos pasivos estables. Muchos compradores extranjeros adquieren viviendas para su uso personal durante unos meses y las alquilan el resto del año, con una ocupación media del 70% en temporada alta y entre el 30% y 50% el resto del año, gracias al clima templado que permite una temporada turística más amplia que en otros destinos europeos.
Inversión extranjera consolidada y en crecimiento
La provincia de Alicante lidera el ranking nacional de compras de vivienda por parte de extranjeros. En el cuarto trimestre de 2023, el 44,43% de las viviendas vendidas en la provincia fueron adquiridas por ciudadanos no españoles, según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Los compradores británicos, franceses, alemanes, belgas y neerlandeses encabezan esta demanda, motivados por el clima, la buena conectividad aérea (el aeropuerto de Alicante-Elche cuenta con más de 110 destinos directos) y los precios aún competitivos en comparación con otras costas europeas.
El volumen de inversión extranjera inmobiliaria en la Costa Blanca superó los 3.500 millones de euros en 2023, lo que refleja la solidez y la confianza que genera este mercado en el panorama internacional.
Turismo en constante crecimiento
El turismo continúa siendo un motor esencial para la economía de la Costa Blanca. En 2023, se registraron más de 16,7 millones de pernoctaciones en alojamientos hoteleros de la provincia, acercándose a cifras récord prepandemia. Además, el turismo internacional sigue recuperándose con fuerza, con más de 6 millones de visitantes extranjeros en los primeros 10 meses del año.
Localidades como Benidorm, Dénia, Jávea o Albir han diversificado su oferta turística con eventos deportivos, culturales y gastronómicos que atraen a perfiles más variados durante todo el año. Este crecimiento continuo garantiza un flujo constante de visitantes, lo que fortalece el mercado del alquiler vacacional y la demanda de servicios complementarios.
Infraestructuras modernas y buena conectividad
Otro de los grandes atractivos de la Costa Blanca es su infraestructura moderna y bien desarrollada. El Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández es uno de los cinco más transitados de España y ha alcanzado los 15 millones de pasajeros anuales. Esto facilita una conexión fluida con el resto de Europa, lo que resulta especialmente atractivo para el comprador internacional.
La región cuenta también con una red de carreteras y autopistas bien mantenida, transporte público eficiente y servicios sanitarios de calidad, tanto públicos como privados. Además, las inversiones en infraestructura continúan, incluyendo mejoras en puertos deportivos, zonas comerciales y urbanismo sostenible.
Playas de bandera azul, parques naturales como el de la Serra Gelada o el Montgó, una amplia oferta de golf, marinas deportivas y pueblos con encanto como Altea o Guadalest complementan una oferta vital que combina bienestar, seguridad y cultura.
La Costa Blanca representa una oportunidad sólida para invertir, ya sea en vivienda para revalorizar, en alquiler vacacional o como segunda residencia. Las estadísticas avalan el crecimiento sostenido del mercado, la fuerte presencia internacional, la alta rentabilidad y el atractivo estilo de vida que ofrece esta región.